Rtve: Agentes de Inteligencia Artificial

Rafael Areses
El avance de sistemas capaces de tomar decisiones y ejecutar tareas de forma autónoma genera inquietud: por primera vez nos enfrentamos a una inteligencia con “voluntad” propia para actuar.
Terminología y alcance
El concepto tradicional de “inteligencia artificial” resulta impreciso. Se propone denominarla tecnologías cognitivas, pues su verdadero valor radica en la eficiencia que aportan a actividades cotidianas.
Ejemplo práctico
Ya es posible comprar un vehículo sin intervención humana: un sistema conversacional integrado en una página web gestiona la selección, el papeleo y la venta. Cualquier empresa puede incorporar hoy este chat en su sitio, contextualizado a su información, para automatizar procesos de atención y ventas.
Fase agéntica
Estas tecnologías actúan como agentes: conversan y además ejecutan acciones reales en ámbitos como investigación y comercialización. Su rendimiento supera con creces lo que existía hace poco, y muy pronto formará parte de cualquier plataforma de ventas.
Extensión al mundo físico
La siguiente etapa consiste en sistemas cognitivos que no solo ejecutan funciones digitales, sino que interactúan directamente con el entorno físico, tal como ya muestran los prototipos robóticos más avanzados.
Ecosistema tecnológico
Convivimos con sistemas expertos, predictivos y generativos basados en transformers. Todos forman un continuo de tecnologías cognitivas que se aplican de manera agéntica o robótica, según el contexto.
Reflexión sobre el miedo
El temor ante estos cambios es natural y útil, pues impulsa la valentía necesaria para adaptarnos. No tiene sentido temer al propio miedo.
Perspectiva histórica
Predicciones pasadas auguraban el fin del empleo con la llegada de los ordenadores personales. Sin embargo, el trabajo se transformó, no desapareció